Mientras en otras latitudes son vistas como un manjar, acá se pierden sin remedio. Hablamos de las pepitas de marañón que cada verano abundan por doquier.
Indudablemente que su procesamiento es tedioso y difícil, pero eso no fue obstáculo para que la familia Gneagi, estableciera un planta de procesamiento para su producción y comercialización en el pequeño poblado de Churubé en Natá, provincia de Coclé y que fuera bautizada bajo el nombre de Panafrut, S.A.
Hermann Gneagi hijo, explicó que la venta de pepitas se inició hace dos décadas atrás, cuando su padre exportaba miel de abeja a Europa y uno de sus clientes le propuso que también llevara este producto.
Así se envió la primera tonelada de pepitas de marañón cruda y producto de la mejor selección, a Suiza, pero una vez en allá, se presentó un inconveniente: no sabían cómo procesarla.
Luego de lograr la tecnología y la maquinaria se inició el trabajo de exportación. De las 2 mil libras que se procesaban hace 20 años, ahora son unas 200 mil las que pasan por la planta, absorbiendo así gran parte de la producción local de la nuez del marañón que florece durante el verano en todo el país.
Según el empresario, este año se compraron unas 400 mil libras, resultando beneficiados más de 400 familias a nivel nacional contando con testimonios de niños que van con sus padres a recoger las pepitas, lo que ayuda a mejor la calidad de vida de muchos de ellos.
El costo por la compra de las pepitas de marañón de este año fue de unos 50 mil dólares, y asegura que la empresa se encuentra en capacidad de seguir comprando todos los años más de esta producción.
A nivel nacional tienen centros de acopio desde Chepo, hasta el área del sur de Veraguas, Mariato, Chiriquí incluso Macaracas. La empresa paga 10 dólares el quintal.
OTRAS ALTERNATIVAS
Son muchas las alternativas que ofrece este producto, pues según Gneagi , hay mucho por descubrir de las pepitas como por ejemplo la extracción de aceite de su cáscara.
En un futuro se quiere procesar el fruto falso del marañón, para la producción de mermelada, aunque por los altos costos de la azúcar panameña no resultaría competitivo.
Además afirmó que están trabajando con la Escuela de Química de Universidad de Panamá, y con INDICASAT, la elaboración- un producto anticorrosivo orgánico que no es tóxico y degradable, a partir del aceite de la pepita, el cual también es utilizado por las naves espaciales de NASA.
GRAN DEMANDA
Se calcula que la India tiene un demanda de más de 700 mil millones de toneladas de pepita de marañón. Y Panamá produce unas 2 mil toneladas métricas.