El santeño Euribiades Solís López no ahorra esfuerzos cuando se trata de trabajar duro para cumplir con sus obligaciones a la orilla de un montículo de mazorcas recién llegadas del campo.
Para este veterano comerciante, que ha recorrido muchas leguas con su negocio ambulante, no hay barreras imposibles para ganarse la vida honradamente, como él mismo aseguró en medio de su agitada jornada en la vía principal de la 24 de Diciembre.
"De acuerdo a la demanda y a las necesidades de los clientes puedo vender este grano por un ciento, medio ciento, una docena y hasta por unidad. Lo que quiero es que todos se vayan satisfechos", dijo este padre de familia de cinco miembros.
PRECIOS COMODOS
Las amas de casa de la zona Este ya lo conocen y cotidianamente pasan por el montículo de mazorcas de López para comprar lo necesario para la comida diaria. Un ciento cuesta 6.00 balboas; una docena, 72 centavos; y cada mazorca, 6 centavos.
Según el comerciante, la gente compra este grano para hacer bollos, torrejitas, changa y también para hacer un buen sancocho de gallina con mazorcas tiernas.
Este lugar es conocido por los vecinos de la 24 de Diciembre, quienes ya saben que aquí pueden comprar los maíces frescos, recién llegados del campo. Como dicen las amas de casa que vienen a comprar todas las mañanas: "Este producto está recién salido de la tierra y va directamente a la mesa".
"Antes de establecerme en esta calle, tenía un puesto en el Mercado de Abastos, pero allá hubo una ampliación de la vía y tuve que salir en busca de otro lugar para establecerme. Ahora, aquí creo que me quedaré un buen rato", sostuvo el hombre trabajador que es un ejemplo para los que se encuentran en situaciones de empleo, difíciles.
SACRIFICADO POR EL BIEN COMUN
López y un grupo de vendedores de vegetales y granos tuvieron que salir de los alrededores del Mercado de Abastos porque las autoridades construyeron el actual paso peatonal que se une con Ancón. Antes, en esta zona se registraban muchos accidentes de tránsito.
"En la 24 de Diciembre me va bien, pero como en todo lugar, hay que trabajar duro para poder seguir manteniendo la clientela, que es exigente con los productos que compran", puntualizó.
Según este santeño que se caracteriza por su impetuoso amor al trabajo, aprendió a trabajar desde muy niño, por eso le da a esta labor toda su dedicación, gracias a esto ha tenido buenos resultados.
DE SOL A SOL
Cuando canta el gallo, este hombre ya está alistándose para salir a cumplir con su compromiso laboral. A las 6: 00 de la mañana está en el puesto de venta donde permanece hasta poco después de las 5: 00 p.m.