CRITICA EN LINEA 

 

S E C C I O N E S

EPASA EN LINEA

EL PANAMA AMERICA

DIAaDIA EN LINEA

REVISTA SIETE!


primera plana

portada

al cierre

nacional

política

opinión

el pueblo habla

comunidad

provincias

deportes

el mundo

viva

eva

agenda

sociales

sucesos

 


CUARTILLAS
  OPINIÓN


Violación

Por: Milcíades Ortíz Jr. | Catedrático

La joven fue a una fiesta en San Miguelito y a las doce decidió irse a casa. Tomó un taxi pero no la llevó a su hogar. Mostrando un afiliado cuchillo, el chofer obligó a la joven a mantener relaciones sexuales. No le dijo a nadie lo ocurrido por pena. Y tuvo que tragarse la humillación y el dolor por la pérdida de su inocencia. Por varios días temió haber quedado embarazada o infectada con una mala enfermedad.

En un edificio de departamentos de gente de no muchos recursos, vivía una universitaria. Tenía un vecino que la vacilaba, pero ella no le hacía caso porque no le convenía como novio.

El sujeto de mala reputación visitó un día a la vecina y cuando supo que estaba sola, con violencia la hizo suya.

Le dijo a la ofendida que no se atreviera a denunciarlo, porque le cortaría la cara, o le haría daño a sus padres.

Llena de miedo, la joven calló su violación. "Lo peor de todo era que se reía cuando me veía", me dijo luego de años de cometido el delito.

Pero otra joven madre sí se atrevió a denunciar a alguien que se metió en su departamento, con la cara tapada por un pasamontañas.

La violó amenazándola con un cuchillo. Cuando llegaron los investigadores, se extrañaron que la joven no tuviera golpes ni señal de violencia.

Por más que les explicó el miedo que tuvo que la matara el violador, notó duda en los investigadores. Para colmo, uno de ellos tuvo el descaro de "invitarla a cenar para discutir el caso". Durante muchas noches durmió esta dama con un cuchillo bajo la almohada, dispuesta a defender su honra si se daba otro ataque. La violación carnal es uno de los delitos que menos recibe sanción en Panamá, porque no hay testigos presenciales y las pruebas a veces son difíciles de conseguir.

Aunque ahora el ADN facilita enviar a un violador a la cárcel, miles de mujeres en todo el mundo prefieren callar este delito.

Algunas creen que la gente pensará que ellas tuvieron la culpa, incitando al enfermo mental que las violó...



OTROS TITULARES

Expresidentes

Sin embargo, soy un perseguidor

Violación

Visión

¿"Las diez sugerencias"?

Ola de asesinatos

 


 

  

 

linea
linea gris
 

   Copyright © 1995-2004, Crítica en Línea-EPASA 
Todos los Derechos Reservados