El presidente Martín Torrijos defendió ayer la aplicación del plan de austeridad gubernamental, el cual pretende generar ahorros y detener el endeudamiento.
Sostuvo que la advertencia del gobierno nacional sobre la existencia de un déficit de aproximadamente B.720 millones no debe interpretarse como una queja de su administración, sino como una razón para que la población entienda que las dificultades financieras se mantendrán hasta fin de año y hasta tanto se estructure el nuevo presupuesto 2005.
"Tenemos la voluntad de enderezar las finanzas públicas, independientemente de haber encontrado un país con un déficit fiscal muy serio, que afecta el funcionamiento gubernamental y de pequeñas empresas con cuentas por cobrarle al gobierno", dijo.
Torrijos destacó que "el plan de austeridad es una medida temporal para no gastar más de lo que realmente se tiene en las arcas del Estado".
El funcionario manifestó que los planes de ahorros anunciados por su gobierno no implica que se desatenderán programas sociales, sino que se atenderán los más prioritarios.
Las palabras de Torrijos se dieron en momentos en que inspeccionó la inundación de los alcantarillados de la escuela República de Venezuela en la avenida Justo Arosemena.
El presidente manifestó que a pesar de los millonarios presupuestos en los ministerios de educación y de obras públicas, las inundaciones por lluvia en los colegios persisten. Durante la inspección, Torrijos estuvo acompañado del representante de Calidonia, Ramón Ashby.