En El Valle de Vacamonte, Arraiján, las balaceras no paran.
Según los habitantes, de noche se escuchan muchas detonaciones producto de la ola delictiva en el barrio.
La Policía no envía unidades y no se reportan ni detenciones ni denuncias, porque nadie quiere acusar a nadie por temor a represalias.
"¿A quién hay que acudir?", preguntó un temeroso morador.