AUSTRALIA ESTABA LISTA Y DECIDIDA Indonesia acepta fuerza de paz: posible reunión del Consejo hoy lunes

Yakarta
AFP
El anuncio, ayer domingo, del presidente indonesio, Jusuf Habibie, de aceptar el envío de una fuerza internacional a Timor Oriental, fue recibido con prudente satisfacción por los independentistas y la comunidad internacional. Según fuentes diplomáticas, el Consejo de Seguridad de la ONU debería autorizar rápidamente el despliegue de una fuerza multinacional de mantenimiento de la paz en el territorio y podría reunirse hoy lunes a tal efecto. La fuerza sólo podrá empezar a funcionar una vez que el Consejo haya adoptado una resolución al respecto. Después de una semana de obstinado rechazo, Indonesia finalmente cedió a las presiones de la comunidad internacional, a las que se sumaron sanciones económicas. El mundo reaccionó horrorizado ante los relatos y las imágenes de las atrocidades cometidas en el territorio de la ex colonia portuguesa por las milicias anti independentistas, apoyadas por el Ejército indonesio. La decisión de Yakarta fue inmediatamente saludada por varios países, entre ellos Estados Unidos, Australia (que proveerá gran parte de las fuerzas), Gran Bretaña, Portugal y Francia, así como por los dos principales dirigentes independentistas timorenses. "Me congratulo profundamente de la decisión del Gobierno indonesio (...) de aceptar el ofrecimiento de la comunidad internacional de ayudar a restaurar la paz y la seguridad en Timor Oriental. Reconozco que ello ha sido una decisión difícil", afirmó el secretario general de la ONU, Kofi Annan. Xanana Gusmao, el dirigente independentista timorense liberado el martes pasado, a quien muchos ven como un futuro presidente, saludó desde la Embajada británica en Yakarta la decisión indonesia, calificándola de "valiente". El presidente francés, Jacques Chirac y el secretario de la Foreign Office (Relaciones Exteriores británicas), Robin Cook, así como el presidente estadounidense, Bill Clinton, expresaron su satisfacción. La secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, calificó de "alentadora" la decisión indonesia. Esta decisión, sin lugar a dudas, no fue fácil para el presidente Habibie, pues comenzó el discurso para anunciarla con una hora de retraso. El motivo de éste, según fuentes allegadas a la presidencia, fue la continuación, fuera del horario previsto, de la reunión excepcional de gabinete a la que también asistieron responsables del Ejército y de la Policía convocados por el presidente. Además, Habibie introdujo una variante en el discurso que leyó ante las cámaras, primero en indonesio y después en inglés. Según el primer texto, la fuerza internacional actuará "junto a las fuerzas armadas indonesias", precisión que no figura en su declaración en inglés y que seguramente suscitará la desconfianza de la comunidad internacional. Todos los testimonios recogidos señalan que el Ejército indonesio desempeñó un papel directo en las operaciones de represión y desplazamiento de la población de Timor Oriental y el presidente estadounidense, Bill Clinton, como así también otros líderes de gran importancia en el ámbito internacional, denunciaron públicamente esta responsabilidad. Habibie indicó que había llamado por teléfono al secretario general de la ONU, Kofi Annan, para informarle que Yakarta "estaba dispuesta a aceptar fuerzas internacionales de paz procedentes de países amigos". Sin embargo, el presidente indonesio no señaló cuáles eran los "países amigos" ni cuándo la fuerza internacional podría comenzar sus funciones. El presidente agregó que su ministro de Relaciones Exteriores, Ali Alatas, viajará "inmediatamente" a Nueva York para explicar la posición de Indonesia al secretario general de la ONU y al Consejo de Seguridad. Alatas, que es considerado un "duro" que se opone a la independencia de Timor Oriental, estará encargado de discutir en Nueva York las modalidades de la composición y el mandato de la fuerza multinacional. Kofi Annan declaró que esta visita debe permitir ultimar "muy rápidamente los detalles de los arreglos (de la fuerza) de manera que el Consejo de Seguridad pueda tomar una decisión rápida", para que cesen "los padecimientos" de los habitantes de Timor Oriental. Unos diez países ya anunciaron que estaban dispuestos a participar de una u otra manera en una fuerza internacional, que debería organizarse bajo el mando de Australia. John Moore, ministro de Defensa de Australia, saludó la decisión de Yakarta. Su país enviaría una fuerza de entre 6.000 y 7.000 efectivos a Timor Oriental. Será una fuerza multinacional "autorizada" por la ONU -según el modelo empleado por la coalición anti-iraquí que se formó en la guerra del Golfo- pero no una fuerza de la ONU propiamente dicha. El asesor de Seguridad Nacional norteamericano Berger, dijo en un programa de la cadena de televisión ABC que no se prevé el envío de "tropas de infantería estadounidenses". "Será principalmente una fuerza asiática, probablemente liderada por los australianos", precisó. Madeleine Albright, así como el líder de la mayoría republicana en el Senado norteamericano, Trent Lott, también afirmaron que la contribución estadounidense se limitaría a una ayuda logística. "Hay suficientes países voluntarios para proporcionar tropas", agregó la secretaria de Estado.
|