EDITORIAL
Grave denuncia
La semana pasada en un programa de televisión se hicieron acusaciones de que se están importando para consumo local carnes viejas procedentes de la República Oriental del Uruguay y de Nicaragua. Lo anterior fue sorpresivo para la conductora, que prometió investigar en el día de hoy con las autoridades del Ministerio de Salud, ya que supuestamente esas mercancías formaban parte de las rebajas de aranceles. En los últimos tiempos se está cuestionando severamente la forma de competir los productos nacionales con los que provienen del exterior y los productores locales arguyen que deja mucho que desear el envase y la calidad del producto, por lo que se hace casi imperativo que compitan en igualdad de condiciones. Algunos productores locales revelan que la carne de pollo que viene de los Estados Unidos y Canadá es de inferior calidad en comparación con la nacional, a pesar de que en el exterior, sobre todo por parte del Gobierno Norteamericano, se subsidia a los productores, aunque ellos alimentan sus aves con hormonas. Entre los cuestionamientos que se le hacen a los productos que vienen del exterior está la etiqueta en inglés u otros idiomas que identifican a estos productos enlatados. En varias ocasiones los importadores se han negado a traducir hasta los alimentos genéricos, lo que si se hiciera facilitaría la adquisición a menor costo de estas mercancías. La acusación que se hizo por televisión ha dejado perpleja a la comunidad panameña y se imponen sanciones y retiro del mercado de comprobarse las violaciones a las leyes sanitarias. Las autoridades de salud tienen que superar ya la proclama de "estamos investigando", lo que no pasa de ser un amago, como en el caso del pan y las medicinas vencidas. El caso de los productos pecuarios amerita una sanción rápida y que se clausuren los establecimientos comerciales, que están jugando con la salud del pueblo.
PUNTO CRITICO |
 |
|