¡¡PASAMOS!!... Pero a mucho esfuerzo
La selección preolímpica panameña celebra ante su público la clasificación obtenida a mucho esfuerzo con un empate ante los salvadoreños. Foto: Ariel Bustos

Carlos Alberto Martínez
Crítica en Línea
A mucho esfuerzo y prácticamente "pidiendo la hora", la selección nacional olímpica de fútbol sub23 de Panamá alcanzó empatar 1-1 con El Salvador, para lograr finalmente el objetivo de clasificar a la siguiente fase de las eliminatorias preolímpicas hacia los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, en partido celebrado ayer domingo en horas del mediodía en un Estadio Rommel Fernández que fue ocupado por una verdadera "marea roja" cercana a los 8 mil 700 aficionados. La selección panameña logró finalmente su objetivo, pero muy al contrario de lo que habíamos visto en las pantallas de televisión en el juego de ida en tierras cuscatlecas, sacamos un resultado que fue apenas lo suficiente para pasar pero que no demostró realmente el aplomo de un equipo que se había visto en ocasiones, desordenado ante un planteamiento táctico distinto, y en donde el mediocampo mostraba imprecisiones y hasta hubo momentos en que se atacaba y otras en que se replegaba, siempre, buscando aguantar a las claras, a un conjunto salvadoreño que pese a las situaciones que le rodearon negativamente a su entorno, salió a hacer lo suyo y por ello fue más al ataque, con un Freddy Vílchez que buscaba un claro en la defensiva canalera, pero que se mostraba solo a la hora de buscar acompañamiento y sobretodo de aprovechar las fallas de los istmeños. Esa fue la constante de un primer tiempo que terminó sin goles, donde las llegadas de la selección panameña iban por Víctor Herrera, Alberto Zapata y Roberto Brown, aunque este último quedó prácticamente marcado, por lo que la situación ofensiva pasaba a un Jorge Ortega que fue un "pequeño gigante" sobre el cuadro, mientras Alberto Blanco, otro "clave" en el mediocampo, se veía perder un tanto la paciencia, lo que también sería factor determinante en la mayoría del equipo y en los que las tarjetas amarillas sacadas por el central costarricense William Vega, de buena actuación, a jugadores canaleros, eran la muestra de que el equipo no se concentró en el partido y caía en la inmadurez de las faltas. Tanto fue así, que apenas cuatro minutos de iniciado el segundo tiempo, y por una acción innecesaria, Alberto Blanco se haría expulsar por doble amonestación. De ahí en adelante, los "Stempel Boys" buscarían replegarse y a apelar al juego que también hacían los salvadoreños, de ir por el pelotazo y buscar algún contragolpe, lo que hicieron trabajar el doble a Jorge Ortega y a Víctor Herrera hasta lograr el tanto que nos puso en ventaja a los 67 minutos, por conducto de Ubaldo Guardia, quien tuvo que ir más adelante a hacer de volante para realizar un tiro de media distancia que por el costado derecho venció la valla defendida por Juan José Gómez. Pero nuevamente, la tricolor se replegaba a un desorden defensivo en que apenas las jugadas de los cuscatlecos eran contenidas por el arquero Oscar McFarlane, aunque a la larga, los cambios realizados por los salvadoreños a las entradas de Héctor Morales y Guillermo Morán, darían algunos frutos pero no era hasta los 74 minutos, cuando una acción de Guardia contra Morales, haría factible que El Salvador tuviera la opción de convertir un penal por intermedio de Jaime Reyna. Siempre con la diferencia de un gol en el marcador global, los salvadoreños abrazaban una esperanza de forzar los tiempos extras pero chocaron con las imprecisiones y los panameños iban por defender el empate y aguantar hasta el final de un juego en que se pasó a la siguiente ronda pero a costa de mucho trabajo y "pidiendo la hora" para celebrar una nueva hazaña de pasar por primera vez, en una categoría olímpica sub23, a una siguiente ronda de estas eliminatorias, y tercera en diferentes categorías en la historia de un fútbol panameño que quiere mejorar su modesta tradición. La clasificación canalera ha sido producto del esfuerzo propio de los muchachos como Zapata, Brown, McFarlane y otros quienes desde ahora ya hay propuestas de incursionar al exterior, y de un técnico, el anglo-panameño Gary Stempel, quien núnca perdió su fe en su trabajo y quien estuvo respaldado tanto por la "marea roja" de seguidores como de sus propios paisanos británicos, quienes enarbolando la bandera del "Union Jack" en las tribunas, hicieron como suyo este triunfo, así como de un proceso que deberá continuar porque la siguiente ronda será más difícil y en donde no habrá más opciones que ganar y pasar al cuadrangular final de abril del 2000 en Las Vegas, Nevada, EEUU.
|
|
|