Cuando su niño tenga fiebre, corte una papa o cebolla en rodajas y póngaselas en la planta de los pies. Se puede amarrar con un pañuelo o colocar calcetines. Otro remedio es aplicarle una cataplasma de romero. Se recomienda un buen té de hierba de limón, de flores de tilo o de cáscara de naranja. Otra buena oferta es un baño de esponja con agua tibia.
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