Se dice que los adolescentes atractivos tienen mejor salud, practican más deporte, son mejor aceptados por sus iguales y suelen tener mayores éxitos académicos.
Sin embargo, no siempre fue así: los chicos y chicas más guapos tienen peor autoestima durante la preadolescencia que los menos atractivos, pero con los años les superan en autoconfianza.
Suzanne Mares, del Instituto de Ciencias del Comportamiento de la Universidad Radboug en Nijimegen (Holanda) y autora principal del nuevo ensayo, reconoce "que quizás una de las ventajas más importantes del atractivo físico puede identificarse a través de las interacciones sociales. Por ejemplo, las personas juzgan más positivamente a los atractivos que a los 'feos'. Además, las habilidades sociales afectivas están más desarrolladas en los primeros que en los segundos".
Las prebendas sociales del atractivo físico no sólo se producen en los adultos, sino también en los niños y en los adolescentes. Así, algunos estudios han verificado que los profesores aceptan mejor a los guapos que a sus homólogos menos favorecidos. Consideran también más populares entre los compañeros a las niñas más interesantes. Los adolescentes atractivos son más propensos a recibir una retroalimentación social más positiva y la autoestima depende, en gran parte, de la aceptación y el aprecio recibido de los demás.