Nueve años después de los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York, toma fuerza una historia diferente en la voz del camarógrafo Kurt Sonnenfeld, quien fue el único documentalista en el mundo designado por la Casa Blanca para registrar las ruinas del World Trade Center tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Cinco minutos después de que el primer avión se estrellara sobre la torre norte del World Trade Center, sonó el teléfono en la casa de Kurt Sonnenfeld, un agente experto en catástrofes con diez años en F.E.M.A. como jefe de Operaciones de Transmisión y Difusión del Grupo de Respuesta a Emergencias Nacionales.
La primera cosa rara fue que su jefe le pidiera viajar a Nueva York apenas se estrelló el primer avión. "Se decía que era una avioneta. Y normalmente el FEMA se moviliza cuando las fuerzas locales no dan abasto.
También le llamó la atención que le ordenaron no tocar nada "porque el lugar era como el escenario de un crimen".
Cuatro meses después, cuando estaba en su casa editando el material para el FBI, Sonnenfeld tuvo una desgracia familiar. Y allí empezó su pesadilla.
El 1 de enero de 2002, luego de una velada por el Año Nuevo, su esposa Nancy -con su cuadro depresivo agravado-, se fue a la habitación. Un instante después se escuchó el sonido de un disparo y la encontró en un charco de sangre.
La policía, que el mismo Sonnenfeld llamó, no tardó en llegar. Además de llevarse a Nancy, malherida, pero todavía con vida, detuvieron a su marido bajo el cargo de homicidio.
Mientras seguía preso, según supo después, en varias ocasiones su casa fue violentada por agentes de organismos de seguridad en busca del material que, "por suerte estaba muy bien guardado", y jamás lo encontraron. Al salir, las cosas se pusieron peor.
En el libro "El Perseguido" de editorial Planeta, Sonnenfeld cuenta cómo el Gobierno norteamericano empezó a presionarlo para obtener el material y cómo los acontecimientos lo fueron llevando a investigar a fondo lo sucedido. Las contradicciones y las dudas, lejos de despejarse, aumentaron. "El Gobierno de George Bush necesitaba una excusa para hacer la guerra en Irak", dijo.
En 2004, decide irse de Estados Unidos. En agosto de ese año cerró trato con un canal de TV argentino para exhibir su material, pero, inesperadamente, Interpol lo arrestó.
Según Kurt, el Gobierno de George W. Bush, sabía que el 11-S iba a suceder y dejó que sucediera porque al más alto nivel se necesitaba una guerra".