El delantero de Inglaterra Wayne Rooney, protagonista en los medios por motivos extradeportivos, demostró encontrarse en plena forma e inclinó rápidamente la balanza de lado inglés, que acabó por llevarse el duelo ayer (1-2), ante una agresiva Suiza, que durante todo el partido buscó la remontada.
Corría el minuto diez de partido, cuando una internada por la banda derecha de Glen Johnson colocaba el balón en las botas de Rooney y al primer toque batía la meta del guardameta suizo Diego Benaglio que nada pudo hacer para evitar el gol.
El partido llegó al descanso con ventaja por la mínima para los británicos y por ello los suizos, desde el primer minuto de la segunda mitad, buscaron incansablemente dar la vuelta al partido.
La expulsión por doble tarjeta amarilla de Stephan Lichtsteiner en el ecuador del segundo tiempo, dejaba en bandeja el partido al equipo de Fabio Capello, que no desaprovechó la oportunidad y volvió a marcar por mediación de Adam Johnson.
El duelo parecía resuelto, pero dos minutos después, Xherdan Shaqiri, que había entrado en el descanso en sustitución de su compañero Xavier Margairaz, logró batir la meta defendida por Joe Hart y tensaba la cuerda en busca de la remontada.
Sin embargo, los jugadores de Capello supieron controlar los minutos restantes hasta que el colegiado del partido, el italiano Nicola Rizzoli, señaló el final.