Continuamente escucho personas invocando la problemática que se vive actualmente en diferentes sectores de nuestra geografía a nivel educativo, en relación a la falta y deterioro de la infraestructura escolar.
El gobierno panameño destina ingentes sumas de dinero anualmente para reparar y construir nuevos centros escolares, pero el compromiso no es sólo del gobierno, sino de todos los panameños a través de las organizaciones comunales, clubes de padres de familia, autoridades civiles y grupos cívicos, esta unificación de esfuerzos, debe ir en función de preservar y generar centros educativos para nuestros niños y jóvenes adolescentes.
Sin embargo, hay que educar y concienzar para que internalicen de que esas estructuras deben guardarse celosamente pues en ellas se edifica uno de los más grandes tesoros del hombre, la educación.
El ministro de Educación, excelente profesional de la planificación educativa, está realizando esfuerzos por mejorar esta situación, necesita en el campo de la acción, gente comprometida con esta empresa que en dirección y comunión indicada, pueden aliviar y mejorar los cuantiosos problemas de la educación nacional.