Luis Enrique Escobar, de 18 años, fue encontrado sin vida, supuestamente ejecutado, después de que sus familiares lo buscaran porque estaba desaparecido desde el pasado jueves.
Un hallazgo macabro hicieron unos niños del sector de Los Lagos, corregimiento de Cristóbal, en Colón, cuando la pelota de fútbol fue a parar a una laguna llena de matorrales.
Los niños observaron un hombre sin vida y de inmediato avisaron a sus familiares, que dieron aviso al Cuartel de Policía del sector.
A simple vista, los miembros de la Policía observaron que era un hombre ejecutado, que estaba amordazado y su cuerpo en estado de descomposición.
Los supuestos asesinos del joven que realizaba labores como ayudante o "pavo" de los conductores de buses, lo habían privado de su libertad al meterlo en el maletero de un vehículo, cuando se encontraba en el sector de Monte Esperanza, en Arco Iris, según sus familiares.
Luis Enrique era mello con su hermana, quien pidió justicia por el crimen que cometieron: "mi hermano no se merecía morir así, pido justicia por la forma en que lo mataron".
La personera primera, Sheila Villanueva, hizo el levantamiento del cadáver, mientras que la Subdirección de Información e Investigación Policial inicia las investigaciones.