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George W. Bush.  |
Estados Unidos entró en el primer fin de semana de septiembre en campaña para las elecciones parlamentarias y locales del 5 de noviembre, las primeras desde los atentados del 11 de septiembre.
Estas elecciones, denominadas de "mitad de mandato", ya que tienen lugar en medio del mandato de cuatro años del presidente George W. Bush, le servirán al presidente de barómetro político.
Se renovará la totalidad de los 435 escaños de la Cámara de Representantes, 34 bancas del Senado y 36 cargos de gobernadores.
Miles de consejeros municipales, jueces y otros cargos locales también serán elegidos en esa oportunidad.
Desde hace varias semanas Bush viene dando apoyo a los candidatos republicanos en todo el país y recolectando millones de dólares para las arcas del partido.
El desafío no es menor: el Partido Republicano quiere conservar la mayoría en la Cámara de Representantes, dónde sólo dispone de seis votos más que los demócratas, y recuperar el control del Senado, donde los demócratas tienen una mayoría de un solo escaño.
Las futuras decisiones políticas de Bush dependerán mucho de los resultados de estos comicios, sobre todo respecto de Irak, donde el presidente quiere un cambio de régimen, y en materia económica.
Según dos sondeos nacionales divulgados en los últimos días, una gran mayoría de los estadounidenses continúa apoyando la política de su presidente.
El 68% tiene una opinión favorable del mandatario estadounidense, según una encuesta del diario Los Angeles Times, y 65%, según Time Magazine. |
