San Miguelito no solamente significa delincuencia y violencia. Ese distrito también tiene en su seno a personas de mucho valor que con su aporte constante están contribuyendo al desarrollo del país y al progreso de su familia.
Caminando por las estrechas calles de esa comunidad está Jesús Manuel Iglesias, un personaje de mucho carisma, que con su modesto trabajo y cualidades humanas ha sabido ganarse la estima y el respeto de sus vecinos.
"Desde que me despidieron del antiguo IRHE no me quedó otra alternativa que dedicarme a la buhonería. ¡Algo tenía que hacer! No me iba a quedar con los brazos cruzados mientras se terminaba el dinero", anotó este hombre de 39 años.
RESPETO
Los parroquianos de la zona de Paraíso ya se familiarizaron con su presencia. Algunas veces lo ven todas la mañanas caminando con algunas bolsas de frutas en la mano; otras empujando su pesada carretilla pregonando lo que tiene para ofrecer a las amas de casa.
"Al principio fue difícil: los vagos de la calle me molestaban, los perros me ladraban, tenía que pelear con algunos conductores de diablos rojos y evitar a los conductores de taxis abusivos, pero al fin logré establecer una ruta por donde transcurre mi jornada todos los días. Con lluvia o sol siempre me echo a la calle a pregonar lo mío", dijo sentado en una esquina donde hace una parada obligada para descansar.
Los muchachos de la esquina, le dicen cariñosamente "Titi", pero sin faltarle el respeto.
LOGROS
La mayor satisfacción en su vida es haber logrado que su hijo, un joven de 20 años, siga por un buen camino y esté estudiando en la Universidad de Panamá, donde cursa estudios en Administración de Empresas.
"Con lo que gano, a veces 10 balboas, otras veces menos, le doy una mano a mi hijo y espero que algún día logre lo que yo no pude conseguir en la vida: de convertirme en un profesional", dijo.
Para este humilde buhonero, el trabajo todo lo dignifica. La única inquietud que no lo deja dormir es no haber logrado el pago de las cuotas al Seguro Social para su jubilación. "Sólo le pido a las autoridades y a alguna empresa privada que me ayuden a lograr un trabajo estable para completar las cuotas", puntualizó.
ESPERANZAS
Con lo poco que gana ayuda a su hijo a que siga estudiando para que tenga un mejor futuro.