Las nuevas tensiones económicas, sociales y culturales demandan que los líderes empresariales encuentren otra manera de aunar su visión sobre el liderazgo, su escala de valores y sus decisiones cotidianas, con el fin de lograr resultados positivos en el trabajo, en el hogar, la comunidad y también para su crecimiento personal.
Para lograr tener éxito en el nuevo entorno empresarial, los hombres de negocios deberán considerar su vida personal, familiar y espiritual como piezas que deben procurar manejar de forma balanceada, dedicándoles tiempo de calidad. Es necesario que el empresario enfoque e integre el trabajo, la vida familiar, la comunidad y así mismo, tanto para aumentar los resultados empresariales como para enriquecer su propia vida. El ser auténtico, íntegro y creativo le permitirán alcanzar objetivos tanto en el campo profesional como en los demás aspectos de su vida, de manera que al culminar su etapa laboral, se sienta satisfecho de los logros alcanzados en la vida profesional, personal y familiar.
Los medios de comunicación virtual nos llevan a transformar cada aspecto de las acciones del ser humano, hasta dedicarle tiempo de 24 horas al día y 7 días a la semana para trabajar a cualquier hora y en cualquier lugar.
Ante esta situación hay buenas noticias para mi Panamá, el país de las oportunidades. Hombres de negocios buscan el verdadero propósito de su vida, para comprender quienes son, de dónde vienen, para dónde van, hasta alcanzar un verdadero equilibrio entre lo material y lo espiritual, éste último aspecto que de no atenderse oportunamente, llega a afectar al núcleo de la sociedad, la familia, y más aún a los más débiles que vienen a ser los hijos, quienes demandan no sólo un padre exitoso, sino a un padre de familia que los apoye y los respalde en sus momentos alegres y tristes.
Es bueno compartirle a mis lectores que existe un grupo de hombres de negocios que se reúne cada quince días para buscar aquello que no se puede comprar con el dinero y que es tan fácil de alcanzar como es el amor, la paz, el gozo y la felicidad; herramientas que les permiten enfrentar con sabiduría e inteligencia, las circunstancias negativas de la vida, ganando una nueva identidad con principios y valores. El punto de encuentro es el Centro Bíblico Manna, ubicado en Villa Lucre, donde hombres, profesionales, técnicos y empresarios, apuestan al verdadero propósito de la vida.
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