Las primeras trombas de agua caídas en Puerto Rico a causa del huracán "Earl" provocaron un caos circulatorio en San Juan e inundaciones en varios puntos de la isla, que se espera sufra parcialmente las consecuencias del paso de este ciclón de categoría 3.
Las calles de San Juan se convirtieron en una monumental encerrona para los miles de conductores que se dirigen a sus casas después de que el Gobierno adelantara el fin de la jornada laboral, con el objetivo de prevenir las consecuencias del paso de "Earl".
Los medios de comunicación informan que las dimensiones del caos circulatorio no se recordaban desde hace años, acrecentado por las primeras áreas inundadas y la caída del servicio eléctrico en amplias zonas de la ciudad, lo que dejó inactivos muchos de los semáforos de la capital puertorriqueña.
Las fuertes ráfagas de viento también provocaron la caída de árboles y de rótulos comerciales en todo el área metropolitana.
El subdirector del Servicio Nacional de Meteorología (SNM), Rafael Mujica, dijo que a pesar de las primeras lluvias no se esperan vientos de fuerza huracanada sobre Puerto Rico, que permanece bajo un aviso de tormenta tropical y una vigilancia de huracán.
El gobernador Luis Fortuño informó que hasta el momento hay 32 personas refugiadas en las islas-municipio de Vieques y Culebra, en la costa este, que se espera sea la más afectada por el paso de "Earl" por las cercanías de Puerto Rico.
Fortuño recordó que hay 384 refugios identificados en la isla, de los cuales ocho están abiertos actualmente en previsión de los efectos del huracán que circula por el Caribe.
En cuanto al tráfico aéreo, hay cerca de 500 pasajeros varados en el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín de San Juan, en su gran mayoría viajeros que tenían como destino las Antillas Menores.