¿Por qué fracasan los ejecutivos brillantes? Una pregunta, que aunque difícil, tiene respuestas claras en el libro del mismo nombre, escrito por Sydney Finkelstein, el cual fue presentado en la librería El Hombre de la Mancha.
Uno de los expositores de la presentación fue Ariel Alba Martí Rincón, asesor de empresas en la búsqueda de fuentes de financiamiento y mercados de exportación, quien puntualiza lo que a su juicio son las principales razones que conllevan al fracaso:
Consideran que ellas y sus empresas dominan el entorno, y que no están allí sencillamente para responder a los desarrollos de dicho entorno.
Se identifican tan íntimamente con la compañía que no ven una separación clara entre sus intereses personales y los intereses de la empresa.
Parecería como si tuvieran todas las respuesta y suelen deslumbrar a la gente con la velocidad y la contundencia con la cual manejan los problemas.
Se aseguran de contar con el respaldo pleno de todo el mundo, eliminando despiadadamente a quienquiera que pudiera socavar sus esfuerzos.
Son voceros consumados de la compañía y a menudo dedican la mayor parte de sus esfuerzos a manejar y desarrollar la imagen de la compañía.
Tratan los obstáculos difíciles y amedrentadores como si fueran impedimentos transitorios que basta con eliminar o vencer.
Nunca dudan en volver sobre estrategias y tácticas con las cuales alcanzaron originalmente el éxito personal y de sus empresas.