Alterada y algo sorprendida, una joven residente en San Pedro detuvo un auto patrulla alrededor de las 2:15 de la tarde de ayer, miércoles, y les notificó a los policías que había sido objeto de un hurto.
La mujer no podía creer lo que le había pasado, ya que por andar de buena samaritana terminó robada. La dama decidió acoger en su residencia a una amiga y cuando regresó del trabajo, se encontró que ésta se había ido, pero de paso, se llevó la televisión.