La provincia de Colón ha sido, a pesar de su cercanía a la capital y la cantidad de millones de dólares que se mueven en sus puertos y empresas, abandonada una y otra vez por nuestros gobernantes.
Justo allí, en la Costa Atlántica, tierra de grandes deportistas, han nacido tres de los cuatro mejores jugadores de fútbol de Panamá.
Hablamos de los tres hermanos, Armando, Jorge y Julio Dely Valdés, quienes alcanzaron con su talento y perseverancia, el verdadero sueño americano.
Lograron fama, reconocimiento y prestigio. A la vez alcanzaron gloria para el país, muy poco conocido por su balompié.
Hoy, tras la pérdida del mayor de los tres, hacemos un alto para reconocer como aquel niño que recorrió las calles de Colón, para jugar en el fútbol profesional de Argentina, Uruguay e Israel.
Ese fue el espejo en el que se miraron sus hermanos Jorge y Julio para luego demostrar su clase en equipos de América, Europa y hasta en Japón.
Armando, aquel niño que pateaba pelotas de papel por las calles de Colón, dejó su legado, es ejemplo de perseverancia, de lucha, de no rendirse y no dejarse llevar por las bandas que siempre a nuestra juventud.
Ayer en su entierro, los colonenses reconocieron a quien los honró por tantos años. Panamá necesita de más ciudadanos que no sólo se quejen y esperen que las oportunidades les lleguen. Deben luchar para alcanzar, mediante trabajo, un mejor futuro.
Armando jugó el mejor partido estando vivo. Ahora le tocará jugar su segundo cotejo, más allá de esta tierra. Ahora quedará recordarlo por su apodo, por su fútbol y por esos gritos inmensos en los mejores estadios del mundo... "Allí está, allí está el Pelé" de Panamá.
Nuestro homenaje sincero a un deportista que en la cancha puso lo mejor de sí. Ahora corresponde a ese relevo generacional de futbolista emular sus buenos ejemplos. ¡Ese sería el mejor homenaje para inmortalizar al Armando "Pelé" Dely Valdés.