Milicianos leales al clérigo chiíta rebelde Moqtada al-Sadr retiraron sus armas del venerado Santuario del Imán Alí en Nayaf, en un nuevo indicio de que la insurrección de dos semanas en el sitio sagrado estaría llegando a su fin.
Empero, un portavoz del jefe radical chiíta indicó que Al-Sadr sigue en Nayaf y no abandonará la ciudad santa.
Combatientes del Ejército Mahdi, una milicia creada por Al-Sadr, habían estado usando el santuario donde se halla enterrado el yerno del profeta Mahoma en su lucha contra fuerzas de Estados Unidos y del gobierno interino iraquí.
En las primeras horas del viernes habían ofrecido ceder el control del santuario a las autoridades religiosas chiítas, que aceptaron la oferta en principio.
Para el viernes por la noche, los militantes habían retirado todas sus armas del complejo edilicio donde se halla el santuario.
El vocero del ministerio del Interior, Sabah Kadhim, dijo que la policía ingresó al santuario y arrestó a 400 militantes armados sin incidente alguno.