El Barcelona parte con la ventaja de campo y de marcador en el partido de vuelta de la Supercopa de España que mañana disputa en el Camp Nou frente a un Espanyol confiado en dar la sorpresa derrotando a su eterno rival en un estadio donde no gana desde hace 24 años.
El peso de la tradición ya se impuso en Montjuic (0-1), donde al Espanyol no le alcanzó su estimable ejercicio de ímpetu para superar a un rival más sólido y más preparado a la hora de cerrar los partidos.
Con todo a favor, el Barcelona afronta el partido de vuelta muy calmado, consciente de que tiene el primer título de la temporada a la vuelta de la esquina.
Se esperan cambios en la alineación.