CREO SER UN BUEN
CIUDADANO
Sin embargo,
no soy cortés con los ancianos
Dicen los abuelos
que antaño las relaciones interpersonales estaban regidas
por el respeto y la consideración. Que cuando alguna situación
se salía de control, no pasaba de palabras algo altisonantes
y signos evidentes de la defensa del honor.
Hoy las situaciones son insostenibles. Y un síntoma
del deterioro es el maltrato a la gente de edad, así como
el poco aprecio que se tiene de las mujeres.
Nuestros mayores, esos que estuvieron una generación
antes abriendo el camino para que nuestra vida fuera placentera
y digna, merecen la veneración y el aprecio de todos.
No hacerlo nos convierte en poco más que animales, sin
conciencia.
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