CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no acepto que "lo cortés no quita lo valiente"

El la miró fijamente
a la cara, ella no se percató de esto, pues conversaba con una amiga.
El la volvió a mirar, pero esta vez de pies a cabeza, yo observaba
a la distancia, pero ella se mantenía ausente de los acontecimientos,
ahora sólo veía a las personas que pasaban frente a ella.
Otra vez él miró, como para tomar su decisión, finalmente
asintió con la cabeza y al terminar de bajar los pasajeros del autobús,
nuestro amigo permitió que la joven subiera primero.
Pareciera que la decisión de tener la deferencia con la joven,
permitiéndole subir primero y aprovechar los posibles puestos libres,
dependió de cómo se veía físicamente la muchacha
y por lo observado deduzco, que de no haberle gustado, no le hubiera permitido
subir delante de él.
¿Dónde quedó la cortesía? La cual no depende
de quién sea el favorecido con ésta, sino que es función
de la buena educación que en otrora exhibíamos los panameños.
Otro caso se dio en un aula de clases de nuestra Primera Casa de Estudios.
Dos muchachas y un muchacho, alguien les brindó caramelos, los envoltorios
quedaron en el piso del salón, otro preguntó, quién
lo había hecho, todos se negaron.
Finalmente una de las muchachas aceptó su participación,
se inclinó, pero tan sólo recogió el de ella.
Se ha tornado costumbre nacional, el sólo ver por lo personal,
claro, los otros también eran culpables, pero mostramos cortesía
reparando lo que está mal, aunque no hayamos sido los causantes del
daño.
Somos buenos panameños, cuando somos corteses sin mediar cómo
se ve o quién recibirá esta acción, cuando tenemos
la capacidad de reparar y lo hacemos aunque no participamos del error.
"Lo cortés no quita lo valiente".

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