Una anciana, de 81 años, junto a otros miembros de su familia, fueron desalojados por la misma persona que le vendió esas tierras, pero que aparentemente nunca le hizo el traspaso de la propiedad.
La familia residente en Calle Buena Vista, en el corregimiento de Barrio Balboa, en La Chorrera, llegó a esta comunidad luego de que la señora Serafina Campos comprara el terreno en 1980 a Sabina Peñalba, para lo cual vendió una casa que tenía en Río Hato y construyó la que hasta ayer fue su morada.
Ella admite que todo se debió a un pequeño descuido, porque luego de registrar la documentación en el Registro Público, no volvió a darle seguimiento porque todos los papeles se los habían robado.
Pero al iniciar nuevamente los trámites para dejarle esta propiedad en herencia a su nieto, las personas que le habían vendido y sabían las condiciones en que se encontraba esta propiedad realizaron un traspaso a un nieto de la dueña original.
La dueña anterior nunca segregó el terreno a favor de la señora Serafina Campos.
El litigio inició en el 2006 y desde entonces se llevó a cabo todo un proceso que concluyó ayer con el desalojo por intruso, a pesar de que la señora Serafina posee registro, planos y permisos de construcción otorgados por las autoridades competentes.
La corregidora Zuelika Meléndez dijo que desde el año 2006, se llevó un proceso en el que los representantes legales de ambas partes presentaron todos los recursos que les permite la ley y las autoridades han determinado a quien pertenece la propiedad y quienes son los intrusos, por lo que había que proceder al lanzamiento.
En medio del desalojo, se dio un cruce de palabras entre los abogados querellantes y el director regional del MIDES, Aldemar Guerra, porque estos se oponían a su mediación alegando que estaba interfiriendo en la diligencia de lanzamiento por intruso, a pesar de que el funcionario insistía que solamente estaba atendiendo la parte social que le competía.