Mucho se habla de la carrera administrativa, pero muy poco se ha desarrollado, quizás porque la clase política no tiene ningún interés en entregar el trofeo de guerra electoral.
Para que exista una carrera administrativa tiene que existir una institución totalmente alejada del poder Ejecutivo, sus miembros deben ser altos técnicos en recursos humanos, gozar de una permanencia en sus posiciones y estar vacunada contra los vaivenes partidistas.
Uno de los aspectos es tener una ley de salario y una buena clasificación de los puestos, ellos se encargarán de crear o eliminar las plazas burocráticas. Por ejemplo, que se determinaran los diferentes niveles de secretarias, contables, ingenieros, etc., algo parecido al régimen de los médicos y enfermeras.
La carrera administrativa no es solamente un asunto de proteger las posiciones de los empleados públicos, sino también la importancia de racionalizar sobre todo lo concernientes con la planilla del Estado.
Esta institución es la encargada de establecer los deberes y derechos de los funcionarios y a la vez se encarga de estudiar y crear nuevas plazas. El ambiente en nuestro país está muy distante de establecer una carrera administrativa, porque la oportunidad se perdió tras la invasión, cuando el orden institucional se quebró y se esfumó la posibilidad.
La carrera administrativa en la hermana Costa Rica fue producto de la guerra civil, cuando los sectores políticos, dejaron de convertir los puestos públicos en una ganancia electoral. |