La mayoría de los usuarios del transporte selectivo ignoran el valor establecido en las tarifas de taxis, por ello es necesario que se realice una campaña de educación en esta materia. En el área de la ciudad de Panamá, la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT) estableció que la tarifa mínima es de B/.0.75, sin embargo, en la práctica se cobra B/.1.00.
Pedro Acosta, presidente de la Unión Nacional de Consumidores de la República de Panamá (UNCUREPA), indicó que para evitar que se cobre más de lo establecido por la ley, la ATTT, ente regulador en materia de transporte, debe volver a publicar las tarifas y realizar una campaña de educación "si verdaderamente le interesa hacer su trabajo".
Enfatizó que "la ATTT es una autoridad en papel, ni siquiera hemos visto que ha publicado que la tarifa se aumentó de B/.0.75 a B/.1.00. Acosta manifestó que el ente que debe hacer cumplir la ley es la ATTT, pero agregó que "es pedirle peras al olmos".
Los usuarios estamos pagando el resultado del negociado de los cupos, aunque afortunadamente existe una gran cantidad de taxis en la calle y las personas tienen la alternativa de escoger el que le cobre una tarifa justa, acotó el entrevistado.
Resaltó que el verdadero negociado en el transporte selectivo no sólo está en la venta de los cupos, sino también en la venta de automóviles y seguros. "Las autoridades se hacen de la vista gorda y las dirigencias transportistas que no hacen nada para abaratar los costos de los carros".
Por su parte, Nelson Carriyó, presidente de la Asociación Nacional para la Protección y Defensa del Consumidor y del Ambiente (ANAPRODECA), indicó que antes de presentar una denuncia contra un taxista se debe tener una prueba que demuestre que éste le está robando al usuario, aunque calificó el hecho como un asunto difícil de probar.
Carriyó señaló que en otros países el problema se ha resuelto a través de la utilización de taxímetros, "allí no hay forma de rebatir ni discutir nada, esa es la cantidad y es la que se debe pagar". No descartó la posibilidad que si se proponen taxímetros afloren otros problemas como es el costo del aparato, los arreglos y la instalación.
Además, resaltó que no puede dar una recomendación a los consumidores porque no hay una fórmula para resolver el problema de una manera justa para todos. Sin embargo, Acosta recomendó a los usuarios que antes de abordar un taxi deben preguntar el costo de la carrera hasta el lugar de destino.
Señaló que en caso que la persona considere que es más caro de lo que usualmente cobran, lo deje pasar, ya que siempre hay otro conductor que le cobrará menos. Agregó que la sobresaturación de taxis nos da la oportunidad de buscar una mejor opción en un momento dado. Crítica intentó consultar a algunas bases transportistas, pero no se pudo conseguir reacción alguna. |