 |
Olvídate de pasarte toda la noche intentando complacer a tu pareja  |
Más de la mitad de la diversión que nos regala una excelente y satisfactoria sesión de sexo está en no terminar. Hacer el amor apresuradamente, será como caer en un punto sin regreso y lo único que conseguirás es quedarte dormido. Olvídate de pasarte toda la noche intentando complacer a tu pareja. Para salir bien librado de esta tarea, según el terapeuta sexual Phillip Hodson, emplea con maestría las siguientes técnicas:
El método de comienza y deténte. Deténte justamente antes de alcanzar el punto crucial, toma aire y respira profundo, y comienza otra vez. Repetir este proceso provoca que el pene se vuelva menos sensible y esté listo para volver a la carga. Es algo así como detenerse justo antes de caer a un precipicio.
El método de sujeta y jala. La bolsa que rodea a los músculos del escroto puede estar muy cerca del cuerpo permitiéndole regular su temperatura; con tan sólo levantarla puedes aprovechar de mejor manera una eyaculación. Para lograr más duración antes de terminar, sostén los testículos y enseguida jálalos hacia abajo con mucho cuidado, esto puede darte mayores oportunidades de estar en el juego..
El método de exprimirlo. Un firme apretón antes de comenzar la cabeza del pene, entre el pulgar y el dedo índice, puede retrasar tu placer. Y si tus ojos se ponen llorosos... ¡grita! Si es necesario. Relájate y haz que de nuevo adquiera su consistencia.
El método de la respiración. La respiración prolongada y constante calma tu estado de excitación, aunque algunas veces hay que hacer esto mismo para lograr una eyaculación. Establece un ritmo respirando dentro y fuera a la cuenta de mil, dos mil, tres mil... y haciendo pausar por un momento entre cada respiro. Guarda el suficiente aliento como para gritar el nombre de tu pareja al final de la sesión. |
