La disciplina es lo mejor que un ciudadano puede aplicar para el aseo personal. En esto, los militares nos ganan. Ellos siempre tienen sus botas lustradas, buen corte de cabello y su ropa bien planchadita. En estos tiempos donde existen soluciones maravillosas como la gel, ya la gente no quiere peinarse. Se aplican la dichosa gel y ya.
No a todos le cae, eso es cierto. Peinarse el cabello es y debe ser una rutina más como si estuviéramos hablando de cepillarnos los dientes. Esto forma parte del aseo. Siempre piense en que la primera impresión es lo que cuenta.
Las chicas también nos ganan en esto. La mayoría procura lucir bien, otras se conforman con recogerse el cabello para mostrar la clásica colita que en realidad no luce nada bien.
Es tiempo de sacar un unos minutos para mirarnos al espejo y preguntarnos si esa cara, cuyo cabello nos enmarca, es lo que realmente queremos. Un cambio no le haría nada mal. Atrévase a hacerlo y verá que su esposo o amigo le dirá ¡qué bien le luce su nuevo look!
La cuestión es sacar tiempo. Quizás este mediodía sea la oportunidad de su vida. Pídale permiso a su jefe y sea sincera y dígale: "Jefe, necesito unos minutos de más después de mi almuerzo para hacerme un nuevo peinado". No perderá nada. Inténtelo. Pruebe y disfrute. |