Las Garzas, corregimiento de Pacora, 12: 30 de la tarde del sábado. Los rayos del sol abrazaban de forma inclemente la geografía de esta comunidad del este de la provincia de Panamá.
En los minisúper, paradas y esquinas, el tema de conversación obligatoria continuaba siendo la tragedia que cobró la vida a 25 residentes de dicho lugar.
Casi en la entrada de la comunidad sobre la vía principal se encuentra la casa de Nicolás Cruz, una de las víctimas del accidente de Pacora.
En la intimidad del hogar su esposa, Zelideth González, intentaba asimilar la pesadilla que en cuestión de segundos se le fue encima.
"Era un esposo ejemplar, lo más lindo que tenía, era un gran trabajador", argumentaba la mujer con voz pausada y en algunos momentos entrecortada.
Cruz, padre de cuatro hijos, se encontraba ese fatídico "jueves 13", en el Mercado de Abastos, donde compró algunos productos para luego revenderlos. Después hizo el trasbordo hasta el Centro Comercial La Doña, y abordó el bus 8RI-7784 que nunca llegó a su destino en Las Garzas porque un camión volquete se le atravesó en el camino.
El gran animador y cantante de mejorana que alababa a Dios con su música en los días de culto en la Iglesia Apostólica de Cabuya, en Tocumen, apagó su voz.
En la casa su compañera Zelideth se quedó esperando su regreso, un regreso que al menos físicamente ya no podrá ser, pero que espiritualmente ella no tiene la menor duda que nunca se separará de ella.
LA SORPRESA QUE NUNCA SE DIO
A cinco minutos de la casa de Nicolás se encontraba la vivienda de Isidro Valdés García, un joven trabajador de 26 años, quien laboraba para las empresas Toledano en Rana de Oro, en el corregimiento de Pedregal.
Su historia es similar a la de muchos compañeros de infortunio que abordaron "el viaje de la muerte", en el Centro Comercial La Doña, tras hacer un trasbordo.
"Isidro no debería estar allí, según revela su hermana, Sotera Valdés, pues el turno de este trabajador terminaba en horas de la tarde. Pero lo que no sabía Sotera era que su hermano ese día para su desventura decidió doblar para ganarse un dinero extra.
Y es que pronto, el 16 de septiembre, se acercaba el cumpleaños de su padre, y después de tanto tiempo de no verlo, quería darle una sorpresa llegando hasta su pueblo El Caimito, en el Rincón de Las Palmas, en la provincia de Veraguas, sin que ellos lo esperaran.
Pero la sorpresa fue otra, y nada agradable, el planeado viaje nunca se concretó, pues la tragedia de Pacora lo impidió.
La esposa de Isidro, "Marina González", quien viajó con su pequeño hijo hasta Cañazas, de vacaciones, hasta ayer, no se había enterado del hecho.