La comunidad de Nuevo San Juan, en la provincia de Colón, está de luto por la tragedia que vivió la madrugada de ayer, sábado.
Cinco integrantes de una misma familia, residentes en Nuevo San Juan, perdieron la vida en medio de la oscuridad de la noche, cuando viajaban como pasajeros en un equipo pesado de carga, perteneciente a Transportes Cortez con la mesa en matrícula 683296 y chasis 683735.
Eran aproximadamente las 12:55 a.m. cuando la mula chocó con el borde de un camión volquete que manejaba Roberto Polanco, de 32 años.
Este articulado había hecho un alto por la caída de un poste de energía eléctrica que minutos antes había derrumbado un auto que chocó con el objeto fijo.
Sin embargo, Bernardo Javier Ríos, de 32 años, que conducía la mula, aparentemente perdió el control y fue a dar contra una parada de bus donde quedó incrustado.
Lo más terrible ocurrió cuando los pasajeros salieron disparados del vehículo, y murieron cinco de los siete que viajaban en la mula.
LISTA MORTAL
Entre los que perdieron la vida se encontraba una pareja de esposos y sus dos hijos, además de un sobrino.
Lizeika Borbúa, de 28 años; su esposo, Ariel Enrique Gómez, de 25; sus hijos José Antonio Espinoza, de 11, y la pequeña Dalianis Gómez, de 4 años, murieron en el lugar del accidente.
Unas horas más tarde, en busca de ayuda médica camino a la ciudad de Panamá, murió en la ambulancia el sobrino de Lizeika, de nombre Rafael Leandro González, de 13 años.
Este medio conoció que Ariel Enrique Gómez, de 25 años, era uno de los trabajadores de la empresa Cemento Panamá.
Más pasajeros de lo permitido
A pesar de las prohibiciones de pasajeros en los vehículos pesados, en la mula viajaban siete personas, dos de los sobrevivientes fueron la hermana de Lizeika, Leida Borbúa, de 30 años; y su esposo, el conductor Bernardo Javier Ríos, de 32 años, ambos se encuentran estables.
ESTADISTICAS MORTALES
El número de muertos por accidente, en Colón, aumentó a 33 en lo que va del año, siete más que el año pasado en este mes de agosto.
Diana, una de las tías de Lizeika y Leida, que hace 20 años perdió a una hija de 15 años en un accidente similar, llegó a la escena y recordó con tristeza que los niños Rafael y José Antonio estaban felices haciendo planes porque empezaban las vacaciones de medio año.
Dijo que Yeritzel, de 11 años, hija de Lizeika, hoy occisa, desde que salió de vacaciones ese viernes, se fue a su casa en Buena Vista para quedarse a compartir con ellos, "por eso se salvó de no estar en el accidente", dijo.