El presidente de Paraguay, el ex obispo católico Fernando Lugo, afirmó ayer que mantiene intactas sus convicciones durante la celebración de su primer año en el poder tras poner fin a una hegemonía de 61 años del Partido Colorado.
"Mantengo intactas todas mis convicciones, no me ha cambiado el poder", dijo Lugo durante un discurso pronunciado ante jóvenes en la calle Palma, la más concurrida de Asunción, y luego de depositar una ofrenda floral ante el Panteón Nacional de los Héroe".
"Después de un año, les puedo asegurar que el cansancio no ha llegado en mi vida. Algunos dicen que un poquito más de canas están poblando mi cabeza, pero esas canas no llegaron al corazón, ni tampoco va a llegar mientras ustedes me acompañen", expresó.