A pesar de sus dolencias los pacientes se sienten a gusto por el ambiente que respiran desde que ponen sus pies en la Sala de Fisioterapia del Hospital Regional Nicolás Solano de La Chorrera.
Esto no es nada improvisado, ya que detrás de todo esto está nada más y nada menos que el fisioterapeuta Hermes Lasso, quien dentro de su ajetreada faena saca tiempo para dedicarse a decorar cada rinconcito de esta sala en su afán de agradar a sus pacientes.
"Lo primero que pensé es que el lugar tenía que tener un entorno más tranquilo y cómodo para que no se sintieran como alguien con una enfermedad o una discapacidad que no pudiera resolver y pensé en vestir la sala de alguna forma más agradable", indicó Lasso.
Fue así como poco a poco fue adornando con objetos que fueran de Panamá, "es por eso que tu ves molas, huacas, en la antesala están las reinas del Carnaval, el Puentes de Las América y el Centenario y también plantas, porque ellas suavizan cualquier lugar".
A todos los que llegan a esta sala les encanta el lugar y hacen comentarios favorables; sobre todo, porque les llama la atención que se trate de la sala de un hospital público, "y a veces vienen las pacientes de tercera edad y cuando menos te imaginas están levantando el brazo para tocar las orquídeas y justamente es con el hombro que les molesta".
Hermel Lasso considera que el ambiente ha contribuido a cambiar la actitud de las personas que allí concurren, "la gente se comporta diferente, se viste mejor, no gritan, depositan la basura en su lugar y no ensucian las paredes". Y eso que, diariamente pasan por el lugar de 50 a 60 pacientes.
El ambiente es tan agradable que el fisioterapeuta y jefe de esta sala, Dr. Luis Córdoba, está por jubilarse y dice que lo está pensando porque el ambiente es tan agradable que se siente como en su propia casa y de eso le echa la culpa a su compañero "Mel" Lasso.
El acogedor lugar se complementa con la delicada atención que le dispensan a sus pacientes el equipo conformado por el fisioterapeutas Luis Córdoba, Aixa Navarro, Jorge Ortega, Angélica Baysa y Hermes Lasso y la secretaria Nilka Merel, cuyos pacientes nada tienen que envidiar a los hospitales de mayor prestigio del país.