La Asamblea Legislativa de Panamá aprobó una ley para combatir a las pandillas, que controlan el crimen organizado, los asesinatos por encargo y el narcotráfico, con la intención de arrestar a sus miembros, principales cabecillas y colaboradores.
La ley antipandillas se aprobó una semana después que los parlamentarios rechazaran aumentar las penas de prisión a los menores y jóvenes de 7 a 20 años, como parte del plan "mano dura" para combatir la delincuencia iniciado hace dos meses por la presidenta Mireya Moscoso, cuyo mandato concluirá el próximo 31 de agosto.
En Panamá operan 150 pandillas criminales, la mayoría en la capital y en la provincia de Colón, 70 km al noreste.
"A los delincuentes y a los pandilleros les tengo un mensaje muy claro; se les acabó la fiesta.", advirtió el ministro de Gobierno y Justicia, Arnulfo Escalona.
La ley antipandillas estableció que cuando "dos o más de tres personas se asocian con el propósito de cometer delitos, cada una de ellas será sancionada, por ese solo hecho, con prisión de uno a 3 años, y cuando la asociación sea para cometer delitos de homicidio doloso, robo, secuestro, tráfico de armas, drogas y violación sexual, la pena de prisión será de 5 a 7 años".