La gran cadena de almacenes Saks es parte del pueblo panameño, y es que sus mercancías baratas y variadas han hecho que miles de personas los prefieran y los consideren como "su almacén".
Desde la apertura del primer almacén, localizado en el histórico barrio de Santa Ana, siguen creciendo hasta tener varias sucursales en distintos puntos de la ciudad.
Mensualmente esta cadena de tiendas se abastecen de las mejores mercancías, a fin de que los consumidores tenga la opción de escoger lo "mejor de lo mejor".
Desde distintos mercados del mundo presentan lo último en la moda infantil, juvenil y de adultos.
Cada uno de los distintos departamentos que componen las sucursales han sido innovados presentando una moderna decoración, una presentación perfecta de los productos y ampliación física para ventaja de los compradores.
Recientemente la sucursal de San Miguelito fue dotada de un mayor número de vestidores, para que la clientela se pruebe lo que desea y no tenga que formar largas filas.
ATENCION PERSONALIZADA
En cuanto al personal que tiene la gran responsabilidad de atender a la clientela, este grupo de mujeres y hombres reciben anualmente seminarios de capacitación para que la relación dependiente-cliente sea la mejor, y para que los panameños salgan satisfechos del trato y de los resultados finales de la compra.
Igualmente sus empleados son tratados como familia, en una acción mancomunada que garantice el éxito.
Si hay algo que tiene claro la población, es que Saks ofrece variedad, bajos precios y calidad, manteniéndose como líder indiscutible. Ayuda al necesitado Saks es más que un almacén, ya que desinteresadamente ayuda al necesitado.
Como empresa nacional se ha hecho eco de las necesidades sociales y económicas de los más pobres, brindando donaciones de todo tipo.
Este comercio ha dicho sí a la Teletón 20-30, a la iglesia de Santa Ana, agrupaciones civiles de la capital y obras en el interior, cuyo objetivo es ayudar a los que menos tienen. Su filosofía de ayuda, los ha gratificado siendo un gran almacén.