Es muy común ver baches en las avenidas de nuestra ciudad. Situación que se convierte en un verdadero dolor de cabeza para los que somos conductores de vehículos a motor. Pero las cosas no quedan allí, ante el clamor popular nuestro flamante gobierno, con la velocidad que les caracteriza nos trae la solución. ¡Parches y más parches pa'l pueblo!
Parece que la costumbre de nuestro gobierno de darnos este tipo de soluciones, se ha trasladado a nuestro sistema legal. Ahora nuestros dignatarios nos presentan un paquete de nuevos parches, hechos a su imagen y semejanza.
Pensamos que la seguridad nacional es un tema que se debe abordar sin premura y sin banderías políticas. Todos vivimos en la misma nación y la inseguridad nos perjudica a todos sin excepción. No podemos sustraernos de esta realidad, tratando el tema de la seguridad como un asunto coyuntural, o como una oportunidad para hacer política partidista de última hora.
Es curioso que una administración gubernamental agonizante, con una inusitada premura procure solucionar lo que no le preocupó mayormente en el pasado. Es tan patente la improvisación, que los legisladores oficialistas le han tomado muy poca importancia a los proyectos de ley, presentados por el Ejecutivo.
Para problemas complejos no existen soluciones ni fáciles ni unilaterales. La soberbia del gobierno actual lo lleva a pensar que puede presentar la mejor propuesta legal sin consultar los demás sectores involucrados en el tema de la seguridad. Estoy dando por descontado, el hecho de que el gobierno no supone que con la promulgación de nuevas leyes, se va a solucionar el problema del aumento de la delincuencia en el país. Me refiero a que muchos estamos de acuerdo en adecuar nuestra legislación penal a la realidad actual. Pero que la forma en que se pretende hacer es totalmente incorrecta.
No nos oponemos a conceder nuevos instrumentos a las instituciones destinadas a proteger a los asociados. Compartimos de alguna manera la frustración que los miembros de dichas instituciones sufren al ver los índices de criminalidad creciendo y ellos con las manos atadas por faltas de recurso e instrumentos legales para actuar.
Que la aprobación de nuevas leyes y adecuación de penas no es una solución completa al problema estamos de acuerdo. Pero decir que no es necesario modernizar nuestra legislación en materia de seguridad me parece imprudente.