La desesperación se apoderó de la Sala de Urgencias del Hospital Santo Tomás, la mañana de ayer, viernes.
Rostros hinchados de llorar y angustiosos se asomaban por las ventanillas inquiriendo respuestas urgentes. Las personas corrían de un lado a otro, se atropellaban en las afueras del cuarto médico. Unos se agarraban la cabeza, otros lanzaban lamentaciones. El caos del dolor era indescriptible.
Entre los angustiosos se encontraban los familiares de Marcelino Jiménez, de 42 años. Los parientes, vistiendo sus trajes ngöbe buglé, rompieron en llanto cuando les dieron la nefasta noticia: ¡Murió! El señor había muerto en el lugar de los hechos, pero ellos se enteraron en el Santo Tomás.
Kevin Sánchez, de 29 años, primo del hoy occiso, reveló que Jiménez viajaba en el bus con su hijo de siete años, que también se llama Marcelino Jiménez. Ambos se dirigían hacia su casa en La Ica, en las Garzas de Pacora.
El pequeño corrió mejor suerte que su papá y está en la sala de recobro del Hospital del Niño, con golpes en el cuello, brazos y espalda.
Marcelino laboraba en la fábrica de tortilla "La Ocueña", en Felipillo. Salvó a su hijo lanzándolo fuera del bus por una ventana.
Ilaria Acosta Clara, de 30 años, esposa de Marcelino, pide ayuda económica a las autoridades. Su esposo era el único sustento de la familia.