No se reponía de un golpe cuando recibió el otro.
La señora Maximiliana lloraba la pérdida de su hija Eulalia, quien había aceptado que un cliente la llevara en la camioneta Nativa, ya que había salido tarde del trabajo en un restaurante de Pacora.
A Eulalia la lloraban su madre y sus dos hijas, de 5 y 9 años, respectivamente.
Se conoció que la mujer estaba feliz, ya que ayer, viernes, sería su día libre y había hecho planes para pasarla en casa y "hacer algunas cositas".
Su madre cuidaba sus hijas mientras ella trabajaba.
"Laly", como la llamaban sus seres queridos, murió en el accidente.
La madre no se reponía de la muerte de su hija, cuando la mañana de ayer, viernes, le informaron que Sebastián Morales, su marido, también viajaba en ese bus, y que había muerto.
Sebastián era el padrastro de "Laly".
El hogar de la muchacha está envuelto en demasiado dolor, pues dos de la familia fallecieron en la misma tragedia.
Hasta la tarde de ayer, las hijas de Eulalia no salían del impacto.
Ahora, la señora Maximiliana ha quedado sola con sus nietas y otra hija menor de edad.