La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia condenó a Carlos Iván Guerra y Carlos Augusto Del Valle, a cuatro años de cárcel por la muerte de la asiática Pon Mei Ken, ocurrida en enero de 1997, al explotar un tanque de gas de 25 libras en la abarrotería Yatsuri en Torrijos Carter.
Guerra era el jefe de Químicos de la Refinería Panamá, y Del Valle, gerente de Panagas. Ambos habían sido declarados inicialmente culpables por el Juzgado Segundo Penal, luego el Segundo Tribunal Superior de Justicia los absolvió y ahora la Sala Penal casó la sentencia y los declaró responsables.
Según el fallo bajo la ponencia de la magistrada Graciela Dixon, los procesados actuaron con negligencia, olvidando el peligro al que exponían a la ciudadanía al distribuir gas butano contaminado con soda cáustica.
El fallo de la Corte absuelve a los miembros del Cuerpo de Bomberos Eduardo González Leblanc, Rodrigo Baruco y Gregorio Arosemena. En el informe que se hizo luego de la explosión de los tanques, se destaca que Guerra Morales no cumplió con todas las pruebas necesarias, las cuales aseguran la calidad de gas que se destinaría a la distribución y venta al por menor del gas.