Como de costumbre, Manuel Acosta se presentó temprano la tarde del pasado jueves, al campo de juegos de su equipo en la Triple AAA.
En medio de un sofocante sol que iluminaba ese día, Manuel inició a eso de las 2:30 p.m., su sesión de entrenamientos diarios. El derecho sólo tenía programado realizar trabajos físicos, pues al día siguiente (viernes 10 de agosto), estaba programado para hacer su primera apertura con el equipo Richmond Braves.
"Cuando terminé de entrenar el coach de pitcheo, Guy Hansen, me dijo que el manager quería hablar conmigo", recordó Acosta. "Yo hice caso y fui", agregó.
Una vez se encontró con el director de la Triple AAA, Dave Brundage, Acosta inició una conversación que poco a poco, pasó de un gran susto a su mayor satisfacción.
"Él, Brundage, me preguntó que si yo sabía llevar el reporte de los lanzamientos y le dije que sí, que cuando yo estuve con los Yanquis yo lo hacía", recordó Acosta. "Pero, él me dijo que yo no iba a llevar nada, pues los Bravos ya no me querían ahí... cuando me dijo eso yo quedé impresionado", dijo el lanzador nacido en Portobelo, Colón.
Con el gran trabajo que estaba haciendo en la Triple AAA, era ilógico que Acosta recibiera una noticia así. "Yo le dije: "Pero con qué cara voy a llegarle a mi mamá en Panamá, para decirle que me dejaron ir". Él me respondió "yo no sé", siguió explicando Acosta.
En ese momento, la noticia empezó a molestar a Acosta pues a su juicio él había hecho su trabajo y no se merecía que le dieran de baja.
Fue en ese momento, cuando el manager le aclaró la situación. "Si te vas a enojar hazlo con Bobby Cox, quien te mandó a buscar, para que subas al equipo grande".
Aquella noticia le cambió por completo el semblante a Manuel y lo llenó de emoción. "Cuando él me dijo eso, pegué un salto y se me salieron las lágrimas... era lo que yo estaba esperando", mencionó Acosta.
Fue así como el mismo viernes Acosta se unió al equipo grande de los Bravos de Atlanta. El pasado domingo, Acosta hizo su debut oficial en las mayores, convirtiéndose en el criollo número 49 que logra cumplir su sueño de jugar en el mejor béisbol del mundo.