¿Puede un hombre alcanzar el clímax sin emitir esperma?¿Varía la composición del semen a lo largo del año? ¿La masturbación es perjudicial? Al igual que para hacer el amor, para responder a éstas y otras curiosas preguntas, ¡no hay que precipitarse!
A veces, el placer masculino llega a la cima de la excitación sexual, pero su esperma se queda inexplicablemente en el camino. Algunos sexólogos comparan esta situación con la de un montañista que llega a la cumbre, pero no planta la famosa “banderita” que testimonia que se ha coronado la ascensión.
Los paralelismos entre la sexualidad y el montañismo no se acaban aquí: puede afirmarse que a un varón se le “hace muy cuesta arriba” tener un orgasmo sin eyacular, es decir, que este hecho es muy excepcional, ocurre muy raras veces.
En cambio, lo que ocurre más habitualmente es la denominada “eyaculación retrógrada” o intravesical, que se debe a un complejo mecanismo muscular y consiste en el desvío del semen hacia la vejiga, dónde más tarde es expulsado junto con la orina.
Algunos hombres aprenden a controlar este fenómeno por medio de la voluntad, y lo practican en consonancia con ciertas técnicas orientales de sexo tántrico. También se consigue ejerciendo compresión sobre la base del pene, como una rudimentaria técnica anticonceptiva que todavía emplean millones de chinos.