Mucha gente no tiene claro los conceptos. No saben cuándo una acción se trata de un robo o un hurto, lo cierto es que, sea como sea, se trata de hecho delictivo
Según el diccionario, robar es apropiarse de algo ajeno contra la voluntad de su dueño, generalmente utilizando la violencia: "le robaron el bolso con el método del tirón", mientras que hurtar es tomar o retener bienes ajenos contra la voluntad de su dueño, pero sin hacer uso de la violencia: "le hurtaron la cartera en el autobús".
A los maleantes no les interesa qué están haciendo, si robar o hurtar. A ellos les preocupa salirse con la suya para llevar algo.
Da mucha pena que una minúscula cantidad de panameños se dedique a un oficio delictivo. El panameño vago le roba al panameño trabajador que espera su quincena para cumplir con sus responsabilidad económica.
Es criticable desde todo punto de vista que sujetos arrebaten bolsos, autos, celulares, dinero y cuanta cosa deseen a ciudadanos de buenas costumbres.
Los padres de familia tienen el deber de enseñar valores a los niños desde que comienzan a conocer el mundo que les rodea.
Robar por ahí es un reflejo de la falta educación, también es un reflejo de que existen muchas almas que no han sido sanadas por el espíritu de un Dios viviente que espera el arrepentimiento del pecador.
Robar no es lo que Jesús espera de un buen cristiano. Es considerado un pecado que no agrada a Dios, por ello, hay que buscar una mejor manera de ganarse la vida honradamente.
Si usted tiene en sus planes cometer actos deshonestos, pídale a Dios que lo aleje del mal para que sea, de ahora en adelante, un hombre de bien.
Conviértase en un pescador de hombre y trate de recuperar las almas que Satanás le ha robado al Señor.