La mayoría de la gente de hoy día parece que tiene pereza de pensar. En los colegios, universidades, en las empresas, en el gobierno o cualquier otra organización, usted observa que la mayoría asiste a las clases o reuniones y no participan en nada.
Sólo escuchan y no aportan un criterio de nada. ¿Será que tienen miedo de pensar?.
La base de este problema sin duda comienza en la escuela, donde no se organizan jornadas para fomentar la debida participación de los estudiantes en las clases.
Por eso más tarde tenemos personas que temen debatir.
La cabeza se hizo para algo más que llevar cabellos y sombrero.
El hombre o mujer que no piensa no es nadie y no será mayor cosa en la vida. Hay que poner la mente a funcionar. Los jóvenes deben contar con criterios y no tienen que temer al diálogo.
Loa maestros y profesores deben brindar su aporte en este proyecto, fomentando la discusión de altura en los colegios.
El diálogo de altura nos hace ser más tolerable y abren el camino para lograr aportes de otros personas, con lo cual se puede resolver cualquier conflicto. |