La primera sesión de la mesa del diálogo para reformar la Ley N°30 ó "9 en 1" sirvió para evidenciar la polarización que existe entre los grupos sindicales y los interlocutores designados por el Gobierno.
Los representantes de CONUSI, SUNTRACS y CONATO amenazaron con levantarse de la mesa si el Ejecutivo no accede a derogar la Ley N°30, como una muestra de buena fe para realizar un diálogo sin condiciones.
Previo a la reunión, que inició a las 10:00 de la mañana, un grupo de obreros del SUNTRACS protestó en las inmediaciones de la Presidencia de la República. Al término del encuentro, el dirigente Saúl Méndez calificó la reunión como "nada satisfactoria"
SUNTRACS, además de la derogación de la Ley N°30, pide la derogación de la ley que penaliza los cierres de calles y la destitución de los ministros Alma Cortés, José Raúl Mulino y el director de la Policía Nacional, Gustavo Pérez.
Méndez comparó la mesa del diálogo como un juego de fútbol, donde el Gobierno controla nueve jugadores y puso hasta el árbitro.
El siguiente encuentro de la mesa del diálogo será mañana, miércoles, y se espera que los participantes presenten sus propuestas por escrito. Para el Viceministro de Trabajo, Luis Ernesto Carles, el peor enemigo de dicha mesa es el tiempo, por lo que espera que logren que se acorte la periodicidad. La sesión de ayer duró cuatro horas y media.
Entre tanto, el representante del Comité Ecuménico, Pablo Morales, resaltó el hecho de que las partes en conflicto lleguen a un entendimiento. Consideró que ninguna de las partes sentadas en la mesa puede amenazar con levantarse, porque la conversaciones están iniciando.