Los equipos de rescate iniciaron ayer sondeos para contactar con los 33 obreros chilenos atrapados e incomunicados desde el jueves en una mina de la norteña región de Atacama, una tarea que se puede demorar hasta una semana más.
Tres días después del accidente, unos 200 familiares de los afectados seguían ayer con angustia e incertidumbre a la espera de noticias a las fueras del yacimiento, situado a 45 kilómetros de Copiapó, a 830 kilómetros al norte de Santiago.
"Estamos hablando de varios días, probablemente más de una semana", declaró a los periodistas el ministro de Minería, Laurence Golborne, tras explicar a las familias de los afectados en qué consiste la nueva estrategia para ubicar a los mineros.