La población femenina del mundo entero ha sido sometida a una presión innecesaria, debido a los resultados contradictorios de un estudio que se llevó a cabo en Estados Unidos con el nombre de WHI en un grupo de pacientes, en su mayoría, ancianas. Esto ha dado como resultado una larga ola de desinformación que nosotros podríamos llamar "terrorismo hormonal", con un gran daño para la salud de la mujer, señala el Dr. Manuel Neves-e-Castro, ginecólogo e investigador.
Los riesgos de usar hormonas bajo supervisión médica son muy bajos y no justifican la suspensión del tratamiento si no hay contraindicaciones. Sobre todo, no deberían cambiar a los mal llamados "productos naturales" o "fito estrógenos" de los que no se ha probado su eficacia y no tienen estudios de seguridad en cuanto a sus efectos secundarios.
Las hormonas no son mejores ni peores que cualquier otra medicación. Todos los medicamentos tienen efectos positivos y negativos. Inclusive, los placebos o píldoras sin medicamentos activos presentan efectos secundarios. La Terapia de Reemplazo Hormonal es la mejor medicación, con mucho más beneficios que riesgos para mujeres menopáusicas. Evitar que la mujer perciba los beneficios de una adecuada medicación hormonal, solo por el miedo a raros efectos colaterales, no es ejercer una buena práctica médica.