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El domingo, la Dra. Rosa M. Britton celebró que se completaron 120 horas seguidas de conferencias, lo que demuestra que el panameño lee.  |
La de Panamá fue la primera feria del libro que no fue inaugurada por un Presidente, informó la Licda. Priscilla Delgado, Directora Ejecutiva de la Cámara Panameña del Libro y presidenta del Comité Organizador de la I Feria Internacional del Libro de Panamá.
Otra información que proveyó sobre la actividad que superó todas las expectativas, fue que entre los que sí apostaron desde sus inicios a la feria estuvieron Editora Panamá América, S.A. (EPASA), la Compañía Panameña de Aviación (CoPA), la Lotería Nacional de Beneficencia y el Grupo MEDCOM. "El Grupo EPASA fue el primero en apuntarse", dijo y se complació del respaldo que esta empresa le brindó hasta el último momento.
Igualmente agradeció el apoyo de MEDCOM, que emitió 32 cuñas diarias sobre la feria y constituye uno de los principales puntales, dado el poder de la televisión sobre las masas, junto con BANISMO que aportó B/.25.000.
La Fundación Pro Biblioteca Nacional también tuvo una significativa participación. Y así, progresivamente se fueron sumando otros colaboradores como la Alcaldía de Panamá, el Instituto Nacional de Cultura, Ministerio de Educación y otros medios de comunicación. Algunos tardía y timidamente, aunque sí se beneficiaron de la propaganda.
"Un mes antes de su inauguración estuvo a punto de abortar la feria. Al final, cuando ya se había visto que era un éxito todos querían sumarse", dijo Priscilla Delgado, quien agregó que ha sido el triunfo de la cultura, del libro, del pueblo panameño que con su presencia demostró que sí lee y está ávido por nuevas ofertas bibliográficas.
"Nos robamos la sede para el 2003" y nadie se opuso porque todos coincidieron en el éxito y la Feria del Libro será la Feria del Centenario, manifestó la Licda. Delgado quien se prepara para visitar ferias del libro de fama mundial.
"Yo, que voy a seis ferias al año, cada vez que una feria se acaba y comienzan las delegaciones de participantes a levantar toldas, carpas, pabellones, tengo una sensación de tristeza, de que se te va un amor". Contraria a la que tiene al alistarse para asistir a una feria, que es "como el mariposeo en el estómago cuando vas a ver a un novio". |
