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EDITORIAL
El agua, ¿privatización sin querer queriendo?
Panamá es un país donde se sacrifica la honradez por la eficiencia y prueba fehaciente de ello es la burocracia que es siempre un escollo que anteponen las autoridades para prevenir el desarrollo y ocultar su incapacidad y mediocridad.
Esta es una nación donde se anteponen los más caros intereses de la Patria sobre los beneficios particulares y grupúsculos que parecieran ser el símbolo totalitarista de una minoría reaccionaria.
El fracaso inicial de las negociaciones con el tema de moda que es la modernización del Instituto de Acueducto y Alcantarillados Nacionales (IDAAN) ha sacado de balance todos los cálculos desde el momento en que no hay acuerdos para que fructifiquen las negociaciones con la institución que reglamenta el suministro del agua potable.
El pueblo tiene profundas dudas de que si se entrega la suma millonaria de dinero que demanda el Organo Ejecutivo no se dará un buen uso para los fines solicitados. Así mismo, tampoco hay un informe claro sobre el uso que le dieron a la anterior erogación, por lo que siguen los cuestionamientos en la Cámara Legislativa, sobre todo en el ala oposicionista. En la medida que se dan estos debates, el pueblo sigue sufriendo de sed y de las anomalías que se dan por la falta de mantenimiento del equipo actual que aunque obsoleto, es el que tenemos ahora mismo.
El departamento de facturación y cobros del IDAAN debiera ser reemplazado de inmediato porque ha permitido con los años la acumulación de millones de balboas de deudas, algo inexplicable si se toma en cuenta que se puede cobrar por métodos como jurisdicción coactiva. Lo peor es la indolencia en reparar las fugas de agua, las roturas de las tuberías, los hidrantes y la red de suministros que se da casi cotidianamente en las ciudades terminales de Panamá y Colón y que los usuarios son desatendidos por empleados de la entidad. Da la impresión de que se está orientando para que el pueblo compre agua embotellada porque de un momento a otro se insiste en que el IDAAN no va a ser privatizado pero eso lo dicen "sin querer queriendo". Las claras intenciones de las autoridades del IDAAN ya están a la vista y el destino de la entidad está en juego como en una mesa de póker. Tarde o temprano la balanza puede inclinarse por la tendencia de la globalización pero este duro revés de producirse, traerá consecuencias catastróficas porque el agua es la vida.
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PUNTO CRITICO |
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