Armando "Monito" Rojas está entrenando a todo tren para su enfrentamiento con el invicto colonense Celestino "Pelenchín" Caballero, el próximo 18 de este mes en la Arena Teófilo "Panamá" Al Brown.
"Estamos a tono, con ritmo de combate y con muchas ganas de que llegue el día de la pelea con Celestino" dijo Héctor Rangel, quien lleva la preparación del "Monito" Rojas en la "hoguera" de Barraza. "Esto es cuestión de honor, creen que nosotros no estamos listos para Caballero, pero se equivocaron porque vamos a Colón para vencerlo y traernos ese invicto" sostuvo un emotivo Rangel, mientras secaba la sudorosa anatomía de Rojas y este sonreía realizando calistenia.
Para Rangel la pelea tiene todo para ser muy buena. "No es fácil, conocemos a Caballero y no es verdad que he pedido vacaciones para entrenar a Rojas y perder", explicó el entrenador, agregando que en Colón hay que "matar o morir" y que de "ahí salimos vivos nosotros, con la diestra en alto, ya lo verán, no desestimamos a ningún rival, pero simplemente se nos ha querido menospreciar y la van a pagar por ese atrevimiento", sentenció.
Rojas anda en peso y eso no es sorpresa para Rangel, puesto que siempre dice que "Monito" es un supergallo y cuando trabaja duro se ven los resultados. "No se como anda 'Pelenchin', ni me preocupa porque tengo de quien preocuparme, señalando a Rojas; mientras trabajaba el saco, hacía carretilla, saltaba soga y se animaba a seguir la rutina normal de sombra ante sus compañeros de cuadra y aficionados, que lo han visto distinto a sus últimas peleas.
"Rojas ha peleado inteligente con rivales de la categoría pluma y todos agresivos, siendo él más pequeño y les ha vencido, entonces porque no podemos acabar con el invicto de "Pelenchín" expresó el ruidoso entrenador, quin también trabaja con el peso crucero Luis Pineday auxilia a José Ferrer con el welter Santiago Samaniego, quien de salir airoso pudiera enfrentar al darienita Alfonso Mosquera.
"Esa pelea sería buena, pero hay que esperar el resultado del 18 ante Javier Castillo", dijo un aficionado. Mosquera venció a Castillo, pero siempre huele a revancha. |